Pequeñas reflexiones...

Como un hijo no hay nada, los padres hablan maravillas de sus hijos, sin ir más lejos el otro día hablando con un padre me dijo orgulloso, hablando de la situación laboral "mi hijo está con un trailer haciendo transporte internacional, está muy contento..." y al cabo de las semanas me encuentro a su hijo con un "camioncillo" acarreando estiércol, en fin, que la cosa cambia como de la noche al día.
Sirva este pequeño ejemplo para hablar del tema concreto que hoy me trae a este rincón, una de las maneras más cómodas de conocer gente es a través de los chats y aunque una vaya con la verdad por delante, la realidad es bien diferente, la gran mayoría de la gente te cuenta unas películas que parecen sacadas de una película de ficción, adornando aspectos de su vida que nada tienen que ver con su vida diaria.
Si se da el caso que continúas con esa amistad, con el tiempo se van disipando todos esos fantasmas de vida maravillosa e idílica que tenemos las personas a través de este pequeño mundo, al final todo el mundo tenemos los mismos problemas y las mismas vivencias salvo excepciones.
Difícil mundo el que nos está tocando vivir, en donde tienes algo y nunca estás conforme, siempre quieres más y más y si el vecino tiene, tu lo deseas con más intensidad, todo esto nos lleva a la conclusión exacta de no estar a gusto con nada de lo que tenemos y anhelamos lo que no tenemos, lo que nos hace estar insatisfechos en todo momento con la vida que tenemos impidiéndonos disfrutar lo que realmente está a nuestro alcance.