Cuando se vive un amor, es algo tan grande y tan fuerte que tu cuerpo asimila un millón de sensaciones, deseos, caricias, besos... y es tan placentero que nunca querrías que acabara... pasado un tiempo, como ley de vida, esa relación se va al carajo y de golpe nuevamente tenemos que adaptar a nuestro cuerpo a no tener esa cantidad de gestos, caricias, besos, orgasmos... que nos hacían sentir plena...
En ese momento tu cuerpo sigue un protocolo... PRIMERO, tu cuerpo se expresa luchando a diario con la incesante necesidad de deseos espasmódicos que eres incapaz de contener...
SEGUNDO, cuando ya has machacado tus manos y cuanto cacharro se te ha cruzado por tu vida, llega un tiempo (relativamente poco, el cuerpo es sabio) en donde te sientes un poco vacía... pero no sientes la necesidad de estar con nadie porque aún echas de menos a tu querida ex que aún ronda por tus pensamientos...
TERCER acto de protocolo, tu cuerpo reacciona irremediablemente ante instintos muy primarios de determinado tipo de mujer y notas como tu cuerpo responde a los estímulos externos...
Es justo en este punto cuando tenemos que darnos cuenta de que nuestra ex ya va saliendo de nuestras vidas, dejando paso a personas que puedan ir tocando a nuestra puerta... ya estamos preparadas para meternos de lleno en una nueva y maravillosa historia de amor.
Por cierto en estos días tengo el timbre fundido, estoy a la espera de que llegue el técnico.
Besos a todo el mundo que me lee.
1 comentario:
Eso es que vas levantando cabeza :)
Me llevo un beso de esos, que sí que te leo, melona...El otro blog sí que lo he descuidado más, pero aquí si te sigo :)
Un besito y hasta mañana...y gracias por leerme tú :))
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