No decía palabras
Acercaba tan sólo un cuerpo interrogante,
Porque ignoraba que el deseo es una pregunta
Cuya respuesta no existe;
Una hoja cuya rama no existe;
Un mundo cuyo cielo no existe.
La angustia se abre paso entre los huesos,
Remonta por las venas
Hasta abrirse en la piel,
Surtidores de sueño
Hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.
Un roce al paso
Una mirada fugaz entre las sombras,
Basta para que el cuerpo se habra en dos,
Ávido de recibir en sí mismo
Otro cuerpo que sueñe;
Mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne,
Iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.
Aunque sólo sea una esperanza,
Porque el deseo es una pregunta cuya respuesta nadie sabe.
3 comentarios:
Es un poema precioso, la verdad es k ya lo conocia, Luis Cernuda siempre fue un poeta con mucha pasion y del k tengo varios libros........precioso el recordarlo. Gracias
Gracias a ti por adentrarme en este mundo de la tecnología, de los espacios desconocidos y acercarlos a mas gente.
Primas y gracias a Dios por darnos el jamón de pata negra y las gambas.
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