Sería un error por mi parte decir que no creo en Dios..., cierto es decir que no creo en la Iglesia ni en ese entramado piramidal autoritario y absurdo en los tiempos que corren.
Con lo de gays y lesbianas que hay en el Santo Reino del Señor ¡Jesús mío! si yo estoy por pensar que la gente que no tiene huevos de salir del armario ingresa en alguna orden religiosa... y puede que no esté muy lejos de lo cierto...
Mi reflexión de hoy es: ¿dejará esta extraña orden religiosa, católica, para más datos, adaptarse a los tiempos y acoger en sus brazos como hijos de Dios a gays y lesbianas?.
Parece un misterio pero yo creo que dado los numerosos casos de curas gays y monjas lesbianas, ¿No somos hijos de Dios gays y lesbianas? ¿De quienes somos hijos?
Fíjate que yo creo que todos los millones y millones de devotos que no profesan es debido a que se sienten aludidos o discriminados por esta condición sexual...
A quién puñetas le importa mi condición sexual, somos personas, con muchas cualidades tanto físicas como psíquicas, con un corazón, con un sentir...
El odio que sienten por gays y lesbianas es fruto del odio que sienten por ellos mismos... ellos son los que no aman a Dios, si lo amaran, tendrían en su corazón espacio para la diversidad...
¿De quién es el problema? ¿Cuál es el problema? EL MIEDO
Como institución que es nadie tira la primera piedra... y para cuando la tiren, ya será demasiado tarde, gays y lesbianas llevamos 21 siglos sin Dios, creo que aguantaríamos otros 21.
¿Pero no se os retuercen las tripas pensando que es una injusticia?
Poder elegir, actuar, sentir, amar, expresar,... sin que nadie te juzgue, ni te señale...
¿Cuántos siglos más tendrán que pasar?
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